sábado, 11 de diciembre de 2010

Teresa de la Parra

Grupo # 04 Educación Integral
Integrantes:
Priscila Ochoa C.I19.587.158
Solanci Colina C.I.






Autores Destacados en la Literatura Iberoamericana
Teresa de la Parra

Teresa de la Parra fue el seudónimo que adoptó para sus obras Ana Teresa Parra Sanojo, nacida fortuitamente en París el 5 de octubre de 1889 en el seno de una extensa familia venezolana de abolengo social y prosapia intelectual. Su padre, Rafael Parra Hernaíz, era, en ese entonces, cónsul venezolano en Berlín. Cuando contaba dos años de edad, Teresa y su familia regresaron a Venezuela; allí trascurrió su infancia en El Tazón, la aristocrática hacienda familiar situada en los alrededores de Caracas, dedicada a producir caña de azúcar, y en el hogar caraqueño. Seis años después, al morir el padre, su madre y su abuela decidieron retornar a Europa para educar a sus hijos y nietos (eran seis hermanos), y se afincaron en España. Teresa ingresó al Colegio de las Damas del Sagrado Corazón, en Valencia, donde hizo sus estudios. Luego de una breve permanencia en París, a los dieciocho años regresa a Venezuela. En Caracas, según sus propias palabras, “entró al mundo” por primera vez. La sociedad la recibió con cariño e inquietud: ella era una mujercita bella, viva, aristocrática, elegante, moderna, un poquito atrevida en sus ideas. Teresa había estudiado en el convento en España bajo el sobrio rigor de una disciplina católica y severa, había captado en París el halo sutil de la frivolidad y regresó a Caracas en un momento de transición social, entre las tradiciones de un pasado rancio y señorial y las ansias de cambio del nuevo siglo XX que despuntaba materialista, frívolo y superficial: hasta las ideas feministas se abrían firmemente paso. En su casa, en la apacibilidad del hogar, un tanto aburrido para su espíritu inquieto, se consagró vorazmente a la lectura, sobre todo volcándose a las obras de novelistas modernos. Allí comienza a sentir “que el tiempo le sobraba de una manera horrible”. Se aburre en su propia patria porque siente que la mujer no tiene igualdad de derechos.
Su escape es escribir. En 1921 comienza a revelarse su obra literaria, que resultaría una de las más exquisitas en lengua española. Con el seudónimo de Fru-Fru publica en periódicos distintos artículos y crónicas (revista Actualidades, dirigida por Rómulo Gallegos –escritor, intelectual de nota, presidente de la República en 1948-), con notoria buena acogida por parte de los lectores. Estimulada por estos éxitos, comienza a escribir la obra que la haría definitivamente famosa: su Diario de una señorita que escribía porque se fastidiaba; este trabajo obtuvo el Premio Anual de la Casa Editora Franco-Iberoamericana, que le reportó la edición de su obra en 1924 en París y 10.000 francos. Fue una de las primeras escritoras latinoamericanas premiadas en Europa. El libro se conoció bajo el título de Ifigenia y la consagró internacionalmente. Ese primer libro ya lo escribió con su seudónimo definitivo, Teresa de la Parra. El nombre Teresa provenía directamente de una serie de mujeres así llamadas en su familia, comenzando con su tatarabuela Teresa Jerez de Astigueta, célebre por su belleza, una de las “nueve musas” caraqueñas, prima del libertador Simón Bolívar y madre del general Carlos Soublette, héroe venezolano. Así, cambiando sólo un poco su propio nombre, utilizó el pseudónimo como un antifaz con el que se ocultó a medias y con el que quedó inmortalizada. Teresa misma relata las deliciosas historias de sus hermosas e ilustres antecesoras, damas que durante la Independencia “se divirtieron muchísimo porque los maridos andaban por un lado y las mujeres por otro”.
Algunas de las obras mas destacadas de Teresa de la Parra son:

·         Ifigenia fue la primera gran novela de Ana Teresa, la cual es escrita con una estructura de diario personal, y en forma epistolar, y fue la primera novela escrita bajo el seudónimo de Teresa de la Parra. Esta novela trata acerca del drama de una mujer, que no puede expresar sus sentimientos ni sus ideas, ni mucho menos elegir sus destinos, gracias a una sociedad que se lo impide. La novela, además de un difícil e interesante tema para la época, muestra muchas de las costumbres venezolanas, especialmente, las de la vida de Caracas. Ifigenia marca un cambio en la literatura venezolana. La obra es un retrato de la sociedad caraqueña de principios del siglo XX. En ella se evidencian contrastantes conductas de la sociedad venezolana como eran: las estrictas normas morales, mientras que por otra parte se señala la conducta ambiciosa, común en esa época debida a la corrupción en la administración. Además de ser una dura crítica de la sociedad, Ifigenia es una obra llena de ritmo, con descripciones muy detalladas de la Venezuela del primer cuarto del siglo XX. La obra supuso graves problemas para su autora ya que el entonces dictador venezolano Juan Vicente Gómez decidió negarle cualquier tipo de subvención para publicar la novela. De la Parra decidió entonces trasladarse a París.



·        Si bien Ifigenia es una obra admirable, para muchos su consagración total llegó con Las memorias de Mamá Blanca, escrita en Europa durante una auto-reclusión en Vevey, Suiza, que se impuso para terminar la obra (entonces dijo “vivo como una monja escribiendo”): Son éstas las memorias de una jovial anciana que cuenta sus travesuras infantiles cuando era simplemente Blanca Nieves. Teresa de la Parra conoció casualmente a esa venerable anciana, con la que no estaba ligada por ningún lazo de parentesco
Pero si por misteriosas afinidades espirituales.
Teresa de la Parra era una mujer cuya pulcritud física, espiritual y artística fue el resultado de la herencia, el amor y la cultura. Como Sor Juana Inés de la Cruz siglos pasados, fue una persona de ideales definidos y excelsos, una artista de casta superior y de aspiraciones claras y fecundas; sabia, sutil, inteligente, encantadora como mujer y como artista, dotada de un fino sentido crítico y gran poder de observación; no era ni frívola ni austera y su personalidad y su obra estaban impregnadas por una fina ironía. Fue, por sobre todas las cosas, original; española por sangre, tradición y educación, se había criado en los trópicos y tenía de ellos la dulce languidez y la claridad. Su espíritu se formó en contacto con una naturaleza rica, fresca, exuberante.



En 1923, después de pasar algunos años en Venezuela, regresó a Europa; se instaló en París y allí presidió uno de los centros intelectuales donde se reunían a menudo escritores y poetas latinoamericanos. Y comenzó a viajar... Nunca gustó de la vida estática. Sus viajes son continuos: Francia, Suiza, Italia, España, Cuba, Panamá, Colombia. En Francia se consagra con su Ifigenia; en Italia es peregrina por los caminos de San Francisco; en España trata de descubrir lo hondo y no la superficie del carácter español; en Cuba, representando a Venezuela en la Conferencia Interamericana de Periodistas, en 1927, alcanza un notable éxito con una conferencia sobre “La influencia oculta de las mujeres en la Independencia del continente y en la vida de Bolívar”; allí también conoce a la escritora cubana Lydia Cabrera, con quien inició una estrecha amistad que se prolongaría hasta su muerte. Pero es en Colombia donde más se la admiró y comprendió. Allí fue recibida con los brazos abiertos: agasajada como una actriz famosa, como una princesa o, como después diría un escritor colombiano, “como un caudillo”. Tres mil personas la esperaban cuando bajó del tren en Bogotá, como una modelo de París. Los títulos de los diarios la llamaban “elegante, fulgurante, alucinante”. En Bogotá brindó tres conferencias sobre el tema “La importancia de la mujer durante la Colonia y la Independencia”, en los que recalcó sus puntos de vista sobre el valor histórico y humano de esos períodos.
Teresa, luego de Mamá Blanca, intentó escribir una obra sobre Bolívar, con detalles íntimos que no habían sido nunca revelados. Pensó que una biografía sobre el Libertador, por otra parte, antecesor suyo, sería la mejor novela que pudiera hacerse; aspiró a hacer una biografía diferente, ingeniosa, que se ocupara más del amante que del héroe. Hubiese quizás sido su mejor obra, pero el destino dispuso las cosas de otro modo. En abril de 1932 fue hospitalizada por una tuberculosis, de la que nunca más se repondría. A fines de 1935, buscando el sol y un refugio más alegre, decide irse a España. En Barcelona se encuentra con su amiga Gabriela Mistral que escribió de ella y su estado de salud: “padecía con una dignidad sobrenatural, con algo así como una cortesía hacia la enfermedad”. Su crítico estado de salud la llevó a buscar la perfección espiritual a travas de lecturas budistas y orientales.
En la madrugada del 23 de abril de 1936, Teresa sintió mucho frío. Su dilecta amiga cubana Lydia Cabrera, que se hallaba a su lado en esos momentos, le preguntó si quería tomar una tacita de café; ella le contestó: “Yo comeré un poquito de tierra”. Así murió en Madrid, a los 46 años. Su madre y su hermana María también se hallaban a su lado.

Teresa de la Parra fue la figura femenina más importante de las letras venezolanas: en el país, llevan su nombre escuelas, teatros, monumentos, premios literarios; su obra fue breve, pero se la reconoce como el mejor reflejo de la sociedad venezolana de la época

viernes, 10 de diciembre de 2010

Integrantes:
-José Bello
-Rubí Oropeza.
-Lorena Piñango.
-Heidy Torres
-Yaremi Chavez
- Ana Quiñones

ANDRÉS BELLO AUTOR DESTACADO DE LA LITERATURA IBEROAMERICANA.


       Andrés Bello nació en Caracas, Venezuela, el 29 de  noviembre de 1781 y falleció en Santiago de Chile el 15 de octubre de 1865. Fue uno de los más grandes humanistas de América Latina, dedicándose a la literatura, la educación, la filología, la filosofía, el derecho. Ejerció la docencia particular en Venezuela y tuvo el honor de ser profesor de Simón Bolívar. Acompañó en sus exploraciones, al barón Alejandro von Humboldt en sus exploraciones científicas en las Colonias; Su trayectoria puede dividirse en tres etapas diferenciadas: 1781-1810: su vida en Venezuela; 1810-1829: su viaje a Inglaterra y su misión diplomática; 1829-1865: su estada en Chile. Sus vastas obra permite contarlo entre los exponentes importantes de la literatura americana, con poemas como la "Silva a la agricultura de la zona tórrida", escrita en Londres, y la "Alocución a la Poesía" en 1823; la "Oración por todos" en 1843, ya con caracteres románticos. También en Derecho, Andrés Bello compuso en 1832 el tratado "Principios de Derecho Internacional" y el "Derecho Civil" para Chile, en 1955. En Gramática descolló con su obra, la "Gramática de la Lengua Castellana" escrita en 1847, con una visión actual y renovadora de los conceptos lingüísticos (en lo referente a vocabulario, a los verboides, etc.).Fue Miembro de la Real Academia Española en 1851.Fue Rector de la Universidad en Chile, de la cual se retiró ya anciano, y prosiguió sus investigaciones hasta su fallecimiento en 1865.
Obras Mayores:
·         Como Pedagogo
-Creación de la Universidad de Chile (19 de noviembre de 1842). Se dicta la ley -orgánica de la universidad, creo un nuevo paradigma, ajustado a los condiciones especiales de Chile y en general a las necesidades comunes de los países latinoamericanos.
-Gramática de la lengua destinada al uso de los americanos.
-Gramática Latina.
-Historia de la literatura antigua.
-Tratado de Cartología Métrica
·         Obra Jurídica
-Código Civil
-Derecho de Gentes
-Derecho Internacional
·         Como Periodista
-El Araucano
-El Crepúsculo
-El Repertorio Americano
-
Revista la Biblioteca Americana
-El Lucero
-La Gaceta de Caracas
·         Como Poeta
-Alocución a la Poesía
-Silva a la Agricultura de la Zona Tórrida.
-Tirsis
-Poema sobre América
-Sonetos
·         Como Filósofo
-Filosofía del Entendimiento (Psicología mental y lógica).
-Cosmología
-Filosofía
Moral (Psicología mental y ética).
·         Como Filólogo
-Estudio de la Raíz de todas las Ciencias relativas al lenguaje.
·         Cómo Crítico
-El Otro Bello
-
Crítica a Homero, Ovidio, Horacio.
-Juicio Crítico sobre el Mío Cid.
·         Como Sociólogo
-La Sociología de Bello
-Resumen de la Historia de Venezuela.

Silva a la Agricultura de la Zona Tórrida
Salve, fecunda zona,
que al sol enamorado circunscribes
el vago curso, y cuanto ser se anima
en cada vario clima,
acariciada de su luz, concibes!
Tú tejes al verano su guirnalda
de granadas espigas; tú la uva
das a la hirviente cuba;
no de purpúrea fruta, o roja, o gualda,
a tus florestas bellas
falta matiz alguno; y bebe en ellas
aromas mil el viento;
y greyes van sin cuento
paciendo tu verdura, desde el llano
que tiene por lindero el horizonte,
hasta el erguido monte,
de inaccesible nieve siempre cano.
Tú das la caña hermosa,
de do la miel se acendra,
por quien desdeña el mundo los panales;
tú en urnas de coral cuajas la almendra
que en la espumante jícara rebosa;
bulle carmín viviente en tus nopales,
que afrenta fuera al múrice de Tiro;
y de tu añil la tinta generosa
émula es de la lumbre del zafiro.
El vino es tuyo, que la herida agave
para los hijos vierte
del Anahuac feliz; y la hoja es tuya,
que, cuando de süave
humo en espiras vagorosas huya,
solazará el fastidio al ocio inerte.
Tú vistes de jazmines
el arbusto sabeo ,
y el perfume le das, que en los festines
la fiebre insana templará a Lico.
Para tus hijos la procera palma
su vario feudo cría,
y el ananás sazona su ambrosía;
su blanco pan la yuca ;
sus rubias pomas la patata educa;
y el algodón despliega al aura leve
las rosas de oro y el vellón de nieve.
Tendida para ti la fresca parcha
en enramadas de verdor lozano,
cuelga de sus sarmientos trepadores
nectáreos globos y franjadas flores;
y para ti el maíz, jefe altanero
de la espigada tribu, hincha su grano;
y para ti el banano
desmaya al peso de su dulce carga;
el banano, primero
de cuantos concedió bellos presentes
Providencia a las gentes
del ecuador feliz con mano larga.
No ya de humanas artes obligado
el premio rinde opimo;
no es a la podadera, no al arado
deudor de su racimo;
escasa industria bástale, cual puede
hurtar a sus fatigas mano esclava;
crece veloz, y cuando exhausto acaba,
adulta prole en torno le sucede.
Mas ¡oh! ¡si cual no cede
el tuyo, fértil zona, a suelo alguno,
y como de natura esmero ha sido,
de tu indolente habitador lo fuera!
¡Oh! ¡si al falaz rüido,
la dicha al fin supiese verdadera
anteponer, que del umbral le llama
del labrador sencillo,
lejos del necio y vano
fasto, el mentido brillo,
el ocio pestilente ciudadano!
¿Por qué ilusión funesta
aquellos que fortuna hizo señores
de tan dichosa tierra y pingüe y varia,
el cuidado abandonan
y a la fe mercenaria
las patrias heredades,
y en el ciego tumulto se aprisionan
de míseras ciudades,
do la ambición proterva
sopla la llama de civiles bandos,
o al patriotismo la desidia enerva;
do el lujo las costumbres atosiga,
y combaten los vicios
la incauta edad en poderosa liga?
No allí con varoniles ejercicios
se endurece el mancebo a la fatiga;
mas la salud estraga en el abrazo
de pérfida hermosura,
que pone en almoneda los favores;
mas pasatiempo estima
prender aleve en casto seno el fuego
de ilícitos amores;
o embebecido le hallará la aurora
en mesa infame de ruinoso juego.
En tanto a la lisonja seductora
del asiduo amador fácil oído
da la consorte; crece
en la materna escuela
de la disipación y el galanteo
la tierna virgen, y al delito espuela
es antes el ejemplo que el deseo.
¿Y será que se formen de ese modo
los ánimos heroicos denodados
que fundan y sustentan los estados?
¿De la algazara del festín beodo,
o de los coros de liviana danza,
la dura juventud saldrá, modesta,
orgullo de la patria, y esperanza?
¿Sabrá con firme pulso
de la severa ley regir el freno;
brillar en torno aceros homicidas
en la dudosa lid verá sereno;
o animoso hará frente al genio altivo
del engreído mando en la tribuna,
aquel que ya en la cuna
durmió al arrullo del cantar lascivo,
que riza el pelo, y se unge, y se atavía
con femenil esmero,
y en indolente ociosidad el día,
o en criminal lujuria pasa entero?
No así trató la triunfadora Roma
las artes de la paz y de la guerra;
antes fió las riendas del estado
a la mano robusta
que tostó el sol y encalleció el arado;
y bajo el techo humoso campesino
los hijos educó, que el conjurado
mundo allanaron al valor latino.
¡Oh! ¡los que afortunados poseedores
habéis nacido de la tierra hermosa,
en que reseña hacer de sus favores,
como para ganaros y atraeros,
quiso Naturaleza bondadosa!
romped el duro encanto
que os tiene entre murallas prisioneros.
El vulgo de las artes laborioso,
el mercader que necesario al lujo
al lujo necesita,
los que anhelando van tras el señuelo
del alto cargo y del honor ruidoso,
la grey de aduladores parasita,
gustosos pueblen ese infecto caos;
el campo es vuestra herencia; en él gozaos.
¿Amáis la libertad? El campo habita,
o allá donde el magnate
entre armados satélites se mueve,
y de la moda, universal señora,
va la razón al triunfal carro atada,
y a la fortuna la insensata plebe,
y el noble al aura popular adora.
¿O la virtud amáis? ¡Ah, que el retiro,
la solitaria calma
en que, juez de sí misma, pasa el alma
a las acciones muestra,
es de la vida la mejor maestra!
¿Buscáis durables goces,
felicidad, cuanta es al hombre dada
y a su terreno asiento, en que vecina
está la risa al llanto, y siempre, ¡ah! siempre
donde halaga la flor, punza la espina?
Id a gozar la suerte campesina;
la regalada paz, que ni rencores
al labrador, ni envidias acibaran;
la cama que mullida le preparan
el contento, el trabajo, el aire puro;
y el sabor de los fáciles manjares,
que dispendiosa gula no le aceda;
y el asilo seguro
de sus patrios hogares
que a la salud y al regocijo hospeda.
El aura respirad de la montaña,
que vuelve al cuerpo laso
el perdido vigor, que a la enojosa
vejez retarda el paso,
y el rostro a la beldad tiñe de rosa.
¿Es allí menos blanda por ventura
de amor la llama, que templó el recato?
¿O menos aficiona la hermosura
que de extranjero ornato
y afeites impostores no se cura?
¿O el corazón escucha indiferente
el lenguaje inocente
que los afectos sin disfraz expresa,
y a la intención ajusta la promesa?
No del espejo al importuno ensayo
la risa se compone, el paso, el gesto;
ni falta allí carmín al rostro honesto
que la modestia y la salud colora,
ni la mirada que lanzó al soslayo
tímido amor, la senda al alma ignora.
¿Esperaréis que forme
más venturosos lazos himeneo,
do el interés barata,
tirano del deseo,
ajena mano y fe por nombre o plata,
que do conforme gusto, edad conforme,
y elección libre, y mutuo ardor los ata?
Allí también deberes
hay que llenar: cerrad, cerrad las hondas
heridas de la guerra; el fértil suelo,
áspero ahora y bravo,
al desacostumbrado yugo torne
del arte humana, y le tribute esclavo.
Del obstrüido estanque y del molino
recuerden ya las aguas el camino;
el intrincado bosque el hacha rompa,
consuma el fuego; abrid en luengas calles
la oscuridad de su infructuosa pompa.
Abrigo den los valles
a la sedienta caña;
la manzana y la pera
en la fresca montaña
el cielo olviden de su madre España;
adorne la ladera
el cafetal; ampare
a la tierna teobroma en la ribera
la sombra maternal de su bucare ;
aquí el vergel, allá la huerta ría...
¿Es ciego error de ilusa fantasía?
Ya dócil a tu voz, agricultura,
nodriza de las gentes, la caterva
servil armada va de corvas hoces.
Mírola ya que invade la espesura
de la floresta opaca; oigo las voces,
siento el rumor confuso; el hierro suena,
los golpes el lejano
eco redobla; gime el ceibo anciano,
que a numerosa tropa
largo tiempo fatiga;
batido de cien hachas, se estremece,
estalla al fin, y rinde el ancha copa.
Huyó la fiera; deja el caro nido,
deja la prole implume
el ave, y otro bosque no sabido
de los humanos va a buscar doliente...
¿Qué miro? Alto torrente
de sonorosa llama
corre, y sobre las áridas rüinas
de la postrada selva se derrama.
El raudo incendio a gran distancia brama,
y el humo en negro remolino sube,
aglomerando nube sobre nube.
Ya de lo que antes era
verdor hermoso y fresca lozanía,
sólo difuntos troncos,
sólo cenizas quedan; monumento
de la lucha mortal, burla del viento.
Mas al vulgo bravío
de las tupidas plantas montaraces,
sucede ya el fructífero plantío
en muestra ufana de ordenadas haces.
Ya ramo a ramo alcanza,
y a los rollizos tallos hurta el día;
ya la primera flor desvuelve el seno,
bello a la vista, alegre a la esperanza;
a la esperanza, que riendo enjuga.
del fatigado agricultor la frente,
y allá a lo lejos el opimo fruto,
y la cosecha apañadora pinta,
que lleva de los campos el tributo,
colmado el cesto, y con la falda en cinta,
y bajo el peso de los largos bienes
con que al colono acude,
hace crujir los vastos almacenes.
¡Buen Dios! no en vano sude,
mas a merced y a compasión te mueva
la gente agricultora
del ecuador, que del desmayo triste
con renovado aliento vuelve ahora,
y tras tanta zozobra, ansia, tumulto,
tantos años de fiera
devastación y militar insulto,
aún más que tu clemencia antigua implora.
Su rústica piedad, pero sincera,
halle a tus ojos gracia; no el risueño
porvenir que las penas le aligera,
cual de dorado sueño
visión falaz, desvanecido llore;
intempestiva lluvia no maltrate
el delicado embrión; el diente impío
de insecto roedor no lo devore;
sañudo vendaval no lo arrebate,
ni agote al árbol el materno jugo
la calorosa sed de largo estío.
Y pues al fin te plugo,
árbitro de la suerte soberano,
que, suelto el cuello de extranjero yugo,
erguiese al cielo el hombre americano,
bendecida de ti se arraigue y medre
su libertad; en el más hondo encierra
de los abismos la malvada guerra,
y el miedo de la espada asoladora
al suspicaz cultivador no arredre
del arte bienhechora,
que las familias nutre y los estados;
la azorada inquietud deje las almas,
deje la triste herrumbre los arados.
Asaz de nuestros padres malhadados
expiamos la bárbara conquista.
¿Cuántas doquier la vista
no asombran erizadas soledades,
do cultos campos fueron, do ciudades?
De muertes, proscripciones,
suplicios, orfandades,
¿quién contará la pavorosa suma?
Saciadas duermen ya de sangre ibera
las sombras de Atahualpa y Moctezuma.
¡Ah! desde el alto asiento,
en que escabel te son alados coros
que velan en pasmado acatamiento
la faz ante la lumbre de tu frente,
(si merece por dicha una mirada
tuya la sin ventura humana gente),
el ángel nos envía,
el ángel de la paz, que al crudo ibero
haga olvidar la antigua tiranía,
y acatar reverente el que a los hombres
sagrado diste, imprescriptible fuero;
que alargar le haga al injuriado hermano,
(¡ensangrentó la asaz!) la diestra inerme;
y si la innata mansedumbre duerme,
la despierte en el pecho americano.
El corazón lozano
que una feliz oscuridad desdeña,
que en el azar sangriento del combate
alborozado late,
y codicioso de poder o fama,
nobles peligros ama;
baldón estime sólo y vituperio
el prez que de la patria no reciba,
la libertad más dulce que el imperio,
y más hermosa que el laurel la oliva.
Ciudadano el soldado,
deponga de la guerra la librea;
el ramo de victoria
colgado al ara de la patria sea,
y sola adorne al mérito la gloria.
De su trïunfo entonces, Patria mía,
verá la paz el suspirado día;
la paz, a cuya vista el mundo llena
alma, serenidad y regocijo;
vuelve alentado el hombre a la faena,
alza el ancla la nave, a las amigas
auras encomendándose animosa,
enjámbrase el taller, hierve el cortijo,
y no basta la hoz a las espigas.
¡Oh jóvenes naciones, que ceñida
alzáis sobre el atónito occidente
de tempranos laureles la cabeza!
honrad el campo, honrad la simple vida
del labrador, y su frugal llaneza.
Así tendrán en vos perpetuamente
la libertad morada,
y freno la ambición, y la ley templo.
Las gentes a la senda
de la inmortalidad, ardua y fragosa,
se animarán, citando vuestro ejemplo.
Lo emulará celosa
vuestra posteridad; y nuevos nombres
añadiendo la fama
a los que ahora aclama,
«hijos son éstos, hijos,
(pregonará a los hombres)
de los que vencedores superaron
de los Andes la cima;
de los que en Boyacá, los que en la arena
de Maipo, y en Junín, y en la campaña
gloriosa de Apurima,
postrar supieron  al león de España».
 
 Así exalta el sabio y humanista Andrés Bello a la agricultura tropical. Y es que como abanderado de la independencia cultural venezolana, este poeta concibió alguna vez la idea de escribir un largo poema que llevaría por nombre "América", pero que por razones desconocidas no llegó a publicar jamás.
Silva a la agricultura de la zona tórrida (1826), es parte de ese intento del autor por rescatar lo autóctono de estas tierras. Después de un saludo a la zona a la que pretendía cantar, Bello se ubica en su patria para posteriormente irradiar con su obra a todas las naciones del nuevo mundo. Más allá de una simple descripción de los grandes frutos como la caña de azúcar, el cacao y la vid, su pluma se detiene en lo que podría considerarse el aspecto didáctico-moral. Entonces, éste alaba la vida feliz del labrador sencillo y censura a los ricos que abandonan sus heredades y se van de las ciudades. En lo que muchos coinciden en catalogar como temas de inspiración clásica, Bello describe su amor por la paz y su odio por las guerras. A veces parece que el lado "social" de este escritor invade sus sentidos, sobre todo cuando elabora un análisis entusiasta del medio rural americano y expone sus preocupaciones.
Por esta y por otras razones hay quienes consideran esta parte de la obra de Bello todo un poema social. Como un analista señalara alguna vez, es verdad que las cuestiones sociales llenan las mejores poesías de quien es considerado como el más importante hombre de las letras que produjo Venezuela a todo lo largo del siglo XIX. Una realidad que se aprecia no sólo con su tono, sino también con su acento sobre las necesidades generales del continente americano.
Opinión de grupo:
Humanista y creador sublime, Andrés Bello figura como máximo representante de la nueva civilización hispanoamericana. Maestro de Bolívar, polígrafo insigne, gramático y filólogo original, es también un príncipe de la poesía castellana. Poseía una firme vocación creadora características de un personaje histórico que marco los primeros pasos de la educación en Venezuela y con ello sus obras literarias, mas importantes entre ellas Silva a la Agricultura de la Zona Tórrida en la cual destaca la naturaleza enfocada en la cultura criolla de países de América latina y sus alimentos sus frutos una gama de elementos que engranan delicadamente en esta poesía dejando ver lo rico y lindo de Hispanoamérica.Fue inspiración de muchos escritores venezolanos e hispanoamericanos, es grandioso que en la actualidad se pueda leer obras de este personaje tan importante y  responsable principal de la literatura en nuestra Venezuela contemporánea.

jueves, 9 de diciembre de 2010

LA LITERATURA IBEROAMERICANA.

GRUPO # 2
Navarro, Longina C.I. 7.868.083
Rodríguez, Rosmary C.I. 19.586.913
Suárez, Belkis C.I. 8.037.576


La Literatura Iberoamericana, se refiere a toda aquella literatura que ha sido escrita tanto en español como en portugués.
A continuación un breve recuento de la bibliografía de unos de los escritores reconocidos dentro de la Literatura Hispanoamericana, sus obras han sido escritas en 18 idiomas y fue un escritor muy polémico en cuanto a sus escritos periodísticos, nos referimos a :

MARIO BENEDETTI (1920-2009)


Mario Orlando Hardy Hamlet Benedetti Farrugia, nació en Uruguay el 14 de septiembre de 1920, fue un escritor y poeta integrante de la generación del 45 (hace referencia a la generación de escritores uruguayos de diversa índole que surgieron artísticamente desde 1945 a 1950).

En 1945 se integro al equipo de redacción del semanario Marcha, donde permaneció hasta 1974, año en el que fue clausurado por el gobierno de Juan María Bordaberry (gobierno constitucional desde 1972 el cual se convirtió en de Facto después).
Se casa en 1946 con Luz López Alegre, quien fue su esposa por más de cuarenta años. 
En 1949 es miembro de redacción de Número una de las revistas literarias más destacadas de la época.
Fue ganador en varias ocasiones del Premio del Ministerio de Instrucción Pública al cual renuncio en 1958 por estar en total desacuerdo con su reglamento.
En 1964 trabaja como crítico de teatro y codirector de la pagina literaria semanal “Al Pie de las Letras” del diario La Mañana. Colabora como humorista en la revista Pelo duro.
Fundó en 1971 el movimiento de independientes 26 de Marzo, movimiento que pasó a formar parte  de la coalición de Izquierdistas Frente Amplio, Benedetti fue representante en la Mesa Ejecutiva desde 1971 a 1973, viéndose frustrada esta acción por la fuerza.
Fue director del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República de Uruguay.
En Montevideo renunció a su cargo tras el golpe de estado de 1973.
Por sus posiciones políticas debe abandonar el país, exiliándose primero en Buenos Aires, Argentina, posteriormente se exilia en Perú, donde lo detuvieron, lo deportaron y luego obtuvo una amnistía, para instalarse en Cuba en el año 1976, luego se fue a Madrid.  
Fueron diez años que estuvo fuera de su patria y lejos de su esposa, la cual tuvo que quedarse en Uruguay cuidando a las madres de ambos.
En 1974 la versión cinematográfica de la Tregua, fue nominada a los premios Oscar como mejor película extranjera.
En 1993 vuelve a Uruguay, es nombrado miembro del Consejo Editor de la nueva revista Brecha, que va a dar continuidad al proyecto Marcha interrumpido en 1974.
En 1985 el cantautor Joan Manuel Serrat (cantautor, compositor, intérprete, poeta y músico español) grabó el disco El Sur También Existe sobre poemas de Benedetti.
Fue un escritor que recibió muchos galardones a través de toda vida de escritor.
Su extensa obra abarco géneros narrativos, dramáticos y poéticos, autor de muchos ensayos y su voz recitando sus poemas fue grabado en varios casetes y cds.
Mario Benedetti, fue influenciado por personajes como: Anton Pavlovich Chekhov, Che Guevara, Pablo Neruda, entre otros.

Entre sus obras podemos nombrar algunas:
Cuentos:
-Esta mañana y otros cuentos (1949)
-Datos para el Viudo (1967)
-Con y sin Nostalgias (1977)
-Recuerdos Olvidados (1988)
-Historia de País (2007)

Drama:
-El Reportaje (1958)
-Ida y Vuelta (1963)
-El Viaje de Salida (2008)

Novela:
-Quién de Nosotros (1953)
-La Tregua (1960)
-La Borra del Café (1992)
-Andamios (1999)

Poesía:
-La Víspera Indeleble (1945)
-Te Quiero (1956)
-Cuando Éramos Niños (1964)
-Yo no te Pido.

Ensayo:
-Peripecia y Novela (1946)
-El País de la Cola de Paja (1960)
-Cultura entre Dos Fuegos.

Algunas de sus frases célebres:
“Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo”
“La Mariposa recordara  siempre que fue gusano”
“Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio”
  
En el año 2001, fue entrevistado y entre las preguntas figuraron estas dos que hemos tomado como referencia al tema que nos concierne:

Pregunta: ¿Qué es para ti la Poesía?
Respuesta: “Es el género de sinceridad última e irreversible”

Lo cual interpretamos que para los escritores sus obras siempre será un reflejo de lo que no se atreven a decir en condiciones normales, es decir, en ella plasman sin ningún temor lo que les sale del alma pura.

Otra de las preguntas, fue:

¿Cómo ves la Literatura, y en particular la poesía en América Latina? Y ¿La Cultura puede aportar algo a los cambios que están viviendo sus sociedades?

Respuesta: “En América Latina la Literatura ha producido, en distintas generaciones, obras de notable calidad, tanto en prosa como en verso. Pienso que más que con los gobiernos, su aporte tiene que ver con el ciudadano común.

El opinaba que la Literatura puede influir sobre el ciudadano común, pero jamás pueden influir en los gobiernos, ya que, al ser dueños del poder no aceptan por ningún motivo ser influenciados por la cultura.

Cuando una periodista le pregunta si continuaba subversivo, respondió: “no tengo una actitud subversiva, sino critica.”

Se refería al hecho que fue un gran crítico tanto de los gobiernos en Uruguay como en América Latina, lo cual se refleja en sus escritos periodísticos.

Dejamos para el disfrute de todos uno de sus bellos poemas:


                                               “YO NO TE PIDO”
Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
solo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.
Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.
De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegara
y del presente
que le importa a la gente
si es que siempre van a hablar.
Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.
Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
solo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Integrantes: grupo N° 3
-Elsa Moya
-Maryoris Salas
-Lilian Mendoza
-Olga Betancourt
RÓMULO GALLEGOS AUTOR DESTACADO DE LA LITERATURA IBEROAMERICANA.
Rómulo Gallegos Freire, nació en Caracas, Venezuela, 1884 - 1969) Novelista y político venezolano; hizo estudios universitarios de Agrimensura (antigua rama de la topografía) y de Derecho en la Universidad Central de Venezuela, pero no llegó a terminarlos. Fue empleado de ferrocarriles y profesor en colegios privados, llegó a ser subdirector de la Escuela Normal y director del Liceo de Caracas (1922-1928). El dictador Juan Vicente Gómez le nombró en 1931 senador por el estado de Apure, pero sus convicciones democráticas le hicieron expatriarse y renunciar al cargo. En 1935, muerto el dictador, Rómulo Gallegos volvió a Venezuela, y en 1936 fue nombrado ministro de Educación en el gobierno de López Contreras, cargo al que también renunció por los mismos escrúpulos morales. En 1947 fue elegido presidente de la República, pero fue derrocado al año siguiente por una junta militar encabezada por Carlos Delgado Chalbaud. Exiliado de nuevo en Cuba y México, Rómulo Gallegos regresó a su país al ser liberado éste de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958.En sus comienzos de narrador, Rómulo Gallegos publicó Los aventureros (1913), una colección de relatos. Siguió a esta obra El último Solar (1920), una novela que reeditaría en 1930 con el título de Reinaldo Solar, historia de la decadencia de una familia aristocrática a través de su último representante de la decadencia de una familia aristocrática a través de su último representante, en el que se adivina a su amigo Enrique Soublette, con quien fundara en 1909 la revista Alborada. En 1922 escribe El forastero pero lo publica empezando el año de 1942 por temor a la reacción del dictador Gómez. En 1922 logra publicar La rebelión y en 1925 publica La Trepadora, retratando en ambas el problema del mestizaje, planteando como solución los matrimonios mixtos. En 1926 viaja a Europa y en Lourdes redescubre su fe perdida. En 1927 viaja para presenciar los llanos venezolanos y así documentarse para su próxima novela. El resultado sería Doña Bárbara publicada en 1929. Doña Bárbara representa aquella Venezuela cruel, insensible por la corrupción, traición, despotismo, falta de libertad, latifundismo e injusticia y brujería; pero en el melodrama se muestra que en la realidad existía también una raza buena que ama, sufre y espera para luchar contra la dictadura desenfrenada de aquel entonces, gente representada por Santos Luzardo. Esta novela lo llevaría al reconocimiento público, fue la más exitosa de sus obras. En el año de 1934 publica Cantaclaro, y en 1935 Canaima. Así como para Gallegos el mestizaje era la solución de los conflictos entre mantuanos e indígenas, el mestizaje también sería la solución de los conflictos de civilización y barbarie. En el año 1937 publica Pobre negro, En 1951 publica La brizna de paja en el viento. En 1952 comienza a redactar su última novela Tierra bajo los pies, que permanecería inédita hasta su tardía publicación en 1973. a continuación hacemos una breve reseña de sus obras más destacas en la
literatura iberoamericana:
DOÑA BARBARA
            Esta novela, constituye un estudio psicológico de los habitantes de los llanos venezolanos. El paisaje, por su importancia en el desenvolvimiento de los conflictos humanos, toma carácter de protagonista. Donde hay un equilibrio entre el drama interior de los personajes y la acción. Como el drama personal es muy intenso, a veces sustituye a la acción. Por su carácter, puede decirse que es una novela realista, en el sentido de que hay en ella una observación profunda del mundo, de los escritores del realismo; tiene una intención más allá de lo literario, es decir, un fin social y sus personajes no se mueven sólo por su propia voluntad, sino que están condicionados por el medio. Su sustancia, es el paisaje de los llanos de Apure. Algunos críticos observan que el llano enloquece al igual que la monotonía de la selva; otros en cambio dicen que su función no es igual a la de la selva, sino que es sólo el marco en que se desarrollan las luchas de los hombres entre sí.
Bárbara es la muchacha mestiza y agraciada que viaja en un bongo entre contrabandistas y salteadores. Cuando iba a ser vendida a un sirio leproso, lleno de lujuria, ella piensa que podría alcanzar la salvación en el joven Asdrúbal, de quien se enamora y espera su amparo. Pero el joven es asesinado por los bandidos del bongo y Bárbara queda inerme, a discreción de sus salvajes acompañantes, quienes la violan brutalmente. Este es como el bautizo de la violencia y el nacimiento de la dureza en la vida de Doña Bárbara.
Los Personajes que también tienen un carácter simbólico como por ejemplo:
.*Santos Luzardo: representa a la civilización, el progreso. Es un llanero adelantado, abogado graduado en la Universidad Central de Venezuela. Su meta es el bien, no obstante lo cual, ciertos impulsos de su alma lo hacen cambiar momentáneamente en sus decisiones. Es un personaje de variabilidad en el ámbito psicológico.
*Doña Bárbara es el atraso y la crueldad. El conflicto está planteado en términos de civilización contra barbarie, y se resuelve con la desaparición de Doña Bárbara. Este personaje en su antítesis; encarna fuerzas primitivas, es arbitraria y violenta, sin embargo, en su espíritu se remueven oscuras corrientes sentimentales. Su ternura escondida aflora frente a Santos Luzardo. Su misterio y su forma de ser contradictoria reflejan las características del medio en que se desenvuelven.
*Marisela representa un terreno propicio para la obra del progreso.
Mister Danger es antipático, cómplice de manejos turbios. En su actitud se sintetizaba el desprecio con que muchos extranjeros miraban al venezolano.
Ño Pernalete y su inefable secretario alias"Mujiquita" reflejan la tragedia política del país y el atraso de la sociedad, que es proporcional a los que la dirigen.
Juan Primito es un personaje que representa la superstición.
La originalidad de la novela regional frente a la novela europea es haber rescatado para la literatura el ámbito de América. Este hecho contribuyó a una revalorización de lo americano. En eso va el deseo implícito de elevar al habitante de esta región del mundo a un plano universal, sin desnaturalizarlo. Hay en esta novela, la actualización de un conflicto frecuente en la literatura hispanoamericana desde la época de la colonia, como es la denodada lucha del hombre con la naturaleza.
                                       LA TREPADORA
En esta novela  el novelista encuentra el camino lógico de la creación literaria, abandona el complicado mundo de El Ultimo Solar y concibe una novela de ambiente criollo, en la que los caracteres son típicos de nuestra raza, en nuestras costumbres, de nuestra tierra. La misma evolución social que se observa en nuestro pueblo es la que domina en la arquitectura humana y espiritual de Hilario Guanipa. Hilario resume las cua-lidades de su padre: hidalguía, generosidad y defectos primitivos de la madre: rudeza e individualismo inculto. Por otra parte, ya en La Trepadora Gallegos nos demuestra su arte de elevado valor descriptivo, cuando nos introduce en el paisaje de las haciendas de café sembradas en el corazón de los ricos valles venezolanos. Con La Trepadora, entra de lleno en la corriente del americanismo literario. Es una novela genuinamente americana. Con esta segunda novela Gallegos encuentra el camino expedito para llegar a su creación suprema: Doña Bárbara. El libro aparece en 1929. Y fue proclamado en España como la mejor novela del mes, por un jurado compuesto de eminentes escritores como Ricardo Baeza, Gómez de Baquero, Pérez de Ayala, Diez Canedo, Gabriel Miró, Pedro Sáinz.
 RÓMULO GALLEGOS OBTUVO VARIOS PREMIO INTERNACIONAL POR SUS NOVELAS MÁS DESTACADAS.
*Premio Internacional de Novela "Rómulo Gallegos", creado en 1964, está considerado como uno de los reconocimientos literarios de mayor prestigio del continente.
*El Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, mejor conocido como El CELARG tiene una breve reseña acerca del origen del premio.
*El Premio de Novela Rómulo Gallegos es uno de los más prestigiosos que existen en habla hispana y es el que tiene mayor importancia y relieve en Venezuela. La mayoría de sus ganadores han sido y son escritores claves en el ambiente de la literatura actual. Los integrantes de llamado boom latinoamericano vieron fortalecidas sus aspiraciones con este galardón, que además de llevar el nombre del más destacado novelista venezolano, se prestigia aún más debido a la minuciosa escogencia del jurado.
OPINION GRUPAL: como grupo hemos llegado a una conclusión sobre la literatura iberoamericana del autor Rómulo Gallegos sus obras están en la sociedad venezolana en el siglo XX; siendo él un escritor pedagogo ya que fue profesor del liceo de caracas, político y con amplios conocimientos en una antigua rama de la topografía y conocedor de su país de origen Venezuela, se considera que es un escritor para el pueblo y la sociedad ya que él en cada una de sus obras destaca diversas culturas en Venezuela. En particular el llano y su comportamiento social, económico, político, cultural, artístico y folklórico y hace resaltar su lado humanista al darle valor al venezolano criollo frente a las aversiones extranjeras y como el mismo extranjerismo influía en nuestra costumbres y en nuestro lenguaje venezolano, para concluir podemos decir que Rómulo gallegos fue uno de los pioneros del modernismo literario en Venezuela.